21:02 | Autor Iglesia Hogar



Pío XI
16 de septiembre de 1933


"Bendecimos muy particularmente esta hermosa y santa obra:
La Legión de María. Su nombre ya dice bastante. La imagen de María Inmaculada en su estandarte representa cosas santas y sublimes.

La Virgen santísima es Madre del Redentor y Madre de todos nosotros. Coopera a nuestra redención, porque fue hecha madre nuestra al pie de la Cruz. En este año celebramos el centenario de esta Cooperación y de esta Maternidad universal de María.
Ruego por vosotros, a fin de que ejerzáis con mas ahínco todavía ese apostolado de oración y acción que habéis emprendido. Haciéndolo así, Dios os hará también colaboradores suyos en la redención. Ningún medio mejor que éste para demostrar vuestra gratitud al Redentor".


Pío XII
Ciudad del Vaticano
22 de julio de 1953


Estimado Sr. Duff:
Por el mandato augusto del Santo Padre tengo el honor de comunicar un mensaje de saludo y estímulo a la Legión de María, fundada hace unos treinta años sobre el fértil suelo de la católica Irlanda.
Su Santidad ha seguido con paternal interés año tras año el progreso de la Legión, conforme iba ésta engrosando las filas de aquellos valientes fieles devotos de María que están peleando contra las fuerzas del mal en el mundo de hoy; y se regocija con Vd. de ver enarbolado el estandarte de la Legión en las cuatro partes del mundo.
Es muy propio, por consiguiente, que los legionarios de María reciban en estos momentos una palabra de agradecimiento y aprecio por el bien que han realizado, así como también la exhortación para que perseveren con celo creciente en la generosa colaboración que han prestado a la Iglesia en su divina misión de traer a todos los hombres a Cristo, nuestra Cabeza, el cual es el Camino, la Verdad y la Vida.
La eficacia de su contribución a este apostolado será medida en gran parte por su sólida formación espiritual, la cual, bajo la guía prudente de sus directores espirituales, desarrollará en ellos de un modo manifiesto un espíritu verdaderamente apostólico, y hará que todas sus actividades estén caracterizadas por una obediencia pronta a las órdenes de la Santa Sede, y por una sumisión leal a los ordinarios del lugar, cuya dirección buscarán y ejecutarán fielmente. Imbuidos de este carácter sobrenatural del apóstol seglar auténtico, irán adelante con santo atrevimiento, y seguirán siendo poderosos auxiliares de la Iglesia en su combate contra el poder de las tinieblas.
Invocando la intercesión de María sobre sus legionarios en todo el mundo, Su Santidad desea que yo transmita, como prueba de su particular benevolencia, a Vd. personalmente, a los directores espirituales y a todos los socios de la Legión, activos y auxiliares, la Bendición Apostólica.
Con sentimientos de alto aprecio y religioso servicio, quedo de Vd.


Su affmo. en Cristo,

Sr. Francis Duff
Concilium Legionis Mariae
De Montfort House,
North Brunswick Street,
Dublín, Irlanda.


(Firmado): J. B. Montini
Pro-Secretario




Juan XXIII



A los oficiales y socios de la Legión de María en todo el mundo, en señal de Nuestro afecto paternal y en prenda de frutos espirituales cada vez más abundantes para su laudable obra, impartimos de nuestro corazón una Bendición apostólica particular.


Ciudad del Vaticano
19 de marzo de 1960



"La Legión de María presenta el verdadero rostro de la Iglesia Católica."


A los legionarios de Francia
13 de julio de 1960







Pablo VI
Ciudad del Vaticano
6 de enero de 1965


Mi querido Sr. Duff
La carta que dirigió Vd. últimamente al Soberano Pontífice, inspirada en devotos y filiales sentimientos, produjo a Su Santidad contento y gratitud. Su Santidad desea aprovechar esta ocasión para enviar su Mensaje de elogio y aliento a la Legión de María que, nacida primeramente en el religioso ambiente de la católica Irlanda, ha extendido después su benéfica acción a todos los continentes.
El Santo Padre considera este Mensaje ampliamente merecido por este movimiento, en razón de sus fines religiosos y de las muchas actividades que tan acertadamente ha emprendido y desarrollado con gran provecho católico, demostrando así ser instrumento de asombrosa eficacia para la edificación y extensión del Reino de Dios.
Su Santidad guarda un vivo recuerdo de las conversaciones tenidas con Vd. cuando Él estaba al servicio de esta Secretaría de Estado. Fue precisamente de estas conversaciones de donde Él pudo obtener la idea completa del espíritu que anima al movimiento de la Legión de María y constituye el secreto de su vitalidad. Realmente, el espíritu de la Legión, al mismo tiempo que se nutre fructuosamente de la vigorosa vida interior de sus miembros, de su disciplina, de su dedicación a la salvación de los hombres, de su firme lealtad a la Iglesia, se distingue y caracteriza, sobre todo, por una confianza inquebrantable en la acción de la santísima Virgen. Reconociendo en Ella el modelo, la guía, la alegría y el sustento de todos sus miembros, la Legión de María, con sus elocuentes actividades, nos ayuda a comprender lo mucho que el apostolado debe inspirarse en Ella, que dio a Cristo al mundo y estuvo tan estrechamente asociada a Él en la obra de la redención.
Por eso Su Santidad se complace en contar con este espíritu de la Legión, que ha formado ya, en todas partes del mundo, gran número de ardientes apóstoles y heroicos testigos donde la fe es atacada y perseguida.
En la convicción de que los resultados ya obtenidos no disminuirán, sino, más bien, aumentarán constantemente las energías y los esfuerzos apostólicos de todos los legionarios, el Santo Padre expresa a Vd. y a todos sus colaboradores su profunda gratitud, y exhorta a todos a que continúen con el mismo amor por la Iglesia -siempre en la más íntima dependencia de los obispos- en las obras de apostolado, y en un espíritu de activa colaboración con todas las demás asociaciones católicas.
Confiando las diversas clases de sus miembros a la maternal protección de nuestra Señora, el Soberano Pontífice otorga afectuosamente a Vd., a cada uno de los legionarios, sus directores y sus actividades, su especial y paternal Bendición Apostólica.
Con el testimonio de mi consideración más distinguida, quedo suyo affmo. en Cristo.



(Firmado): A. G. Card. CICOGNANI


Sr. D. FRANCIS DUFF
Presidente de la Legión de María
Concilium Legionis Mariae
De Montfort House
North Brunswick Street - DUBLIN


You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

0 comentarios: